El ajiaco es otro de los platos más emblemáticos de Colombia, especialmente de la región de Bogotá.
El ajiaco bogotano o santafereño es una sopa típica de la zona de Bogotá (Santafé de Bogotá), Cundinamarca, Colombia, a base de pollo y diferentes clases de papa.
Su origen es un tema que ha generado diversas teorías e interpretaciones a lo largo de los años.
Teorías sobre el Origen del Ajiaco Ajiaco Santafereño
Raíces indígenas
Se cree que las culturas indígenas precolombinas, como los muiscas, preparan sopas y caldos a base de maíz y tubérculos.
Influencia española
Algunos historiadores sugieren que el ajiaco es una adaptación del cocido español, un plato contundente y nutritivo que se popularizó en América durante la época colonial.
La fusión de ingredientes indígenas y técnicas culinarias españolas dio origen a este plato único colombiano.
El Ajiaco en la época colonial
Durante la época colonial, el ajiaco se consolidó como un plato popular entre los habitantes de la sabana de Bogotá. Los españoles introdujeron nuevos ingredientes como el pollo, las alcaparras y las aceitunas, enriqueciendo aún más este plato.
Leyenda indígena
Existe una leyenda que cuenta que el nombre "ajiaco" proviene de la unión de los nombres de un cacique muisca llamado Aco y su esposa Aj. Esta leyenda, aunque romántica, carece de bases históricas sólidas.
El Ajiaco Santafereño hoy día
Es una sopa de pollo que contiene tres tipos de papa. Incluye mazorcas de maíz tierno, y opcionalmente crema de leche y alcaparras encurtidas. Un ingrediente fundamental del ajiaco es la guasca, hierba que le da su sabor característico.
Los tres tipos de papa le brindan cremosidad gracias a los diferentes niveles de cocción; la arracacha es otro ingrediente poco usado. Se sirve generalmente en tazones de barro cocido. El plato suele servirse acompañado de arroz blanco y una tajada de aguacate y tostada de plátano.